miércoles, 29 de diciembre de 2010

''Cuarto Capitulo: UN ÚLTIMO CAFÉ EN GUATEMALA''

–PASAJEROS CON DESTINO HACIA ARGENTINA, FAVOR DE ABORDAR LA PUERTA 33— dijo una señorita por el micrófono así que nos apresuramos a chequear maletas y como teníamos dos horas antes de abordar el avión hacia Argentina nos dispusimos a hacer un ‘’tour’’ por el aeropuerto, compramos un café y nos quedamos hablando acerca de nuestra estancia en Argentina y acerca de nuestro futuro en España, yo no me quería preocupar por esas cosas aún ya que ni habíamos dejado Guatemala y ya me estaba estresando por nuestro futuro… así que lo que respecta sobre ese tema digamos… le di vuelta a la pagina… viajar a Argentina me hacia muchas ilusiones y sobre todo me recordaba mucho a una de mis mejor amigas Christa Samayoa, cuando se entero que iba  a viajar a Argentina me dijo-No puede ser que viajes a Argentina y no sea conmigo!...- a lo que yo le respondí- Entiende que solo vamos de pasada, no nos quedaremos ahí mucho tiempo, creo que será 1 semana si mucho, de eso Adda es la única que sabe, además no voy a tener tiempo de andar buscándote un marido!- (a lo que nos aventamos una carcajada)… Y la verdad es que tampoco yo creía que viajara a Argentina y no fuera con ella, pero en fin más adelante tendremos la oportunidad de viajar juntas hacia allá y esa vez si no te vas de Argentina sin un novio- le termine de agregar y así fue como del café pasamos a buscar nuestra puerta de abordaje, al fin encontramos la puerta numero 33 con destino hacia Argentina, Abordamos el avión, buscamos nuestros asientos (el 19 y el 20). Nos sentamos y esperamos a que nos dieran las indicaciones a seguir en caso de emergencia. Yo cerré los ojos cuando el avión iba a despegar y empecé a rezar algo que hago cada vez que voy en avión (me lo enseño mi madrina ya que con ella es con la que habitualmente viajo y también sola) le di gracias a Dios por permitirme hacer ese viaje, también le dije que cuidara a mi familia y a mis amigos, que no dejara que yo me olvidase de ellos y que ni ellos de mi, le pedí también que nos abriera esas puertas que tanto necesitamos Adda y yo, recé un Padre Nuestro y un Ave María, me perciné y así fue como me di cuenta que ya estábamos en el aire que nuestra próxima parada era Argentina, en este punto ya no había marcha atrás ya estaba escrita la mitad de la historia, que el primer paso ya lo habíamos dado solo debíamos de empezar la caminata…

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